El compliance, o cumplimiento normativo, es un componente esencial para el éxito y la sostenibilidad de cualquier empresa en el panorama actual. Más allá de una simple obligación legal, se ha convertido en una estrategia que permite a las organizaciones:
Protegerse de riesgos legales y financieros: El incumplimiento de las normas puede derivar en multas cuantiosas, procesos judiciales e incluso la suspensión de actividades. Un programa de compliance efectivo identifica y mitiga estos riesgos, fortaleciendo la seguridad jurídica de la empresa.
Fortalecer la reputación e imagen corporativa: Los consumidores, inversores y socios comerciales valoran cada vez más a las empresas que operan con ética y transparencia. Un buen programa de compliance demuestra el compromiso de la organización con la responsabilidad social y el buen gobierno corporativo, lo que se traduce en una mejor reputación e imagen de marca.
Aumentar la confianza y la eficiencia interna: El compliance crea un ambiente de trabajo más transparente y ético, donde los empleados se sienten seguros y motivados para actuar con integridad. Esto se traduce en una mayor confianza entre los diferentes departamentos y una mejor gestión del riesgo operativo.
Impulsar la innovación y el crecimiento: El cumplimiento normativo abre las puertas a nuevos mercados y oportunidades de negocio. Las empresas que implementan programas de compliance son más atractivas para inversores, socios y clientes, lo que facilita su expansión y crecimiento.
El compliance o cumplimiento normativo no se limita a un único ámbito, sino que abarca una amplia gama de áreas que pueden afectar a las empresas de diversos sectores. Los tipos de compliance más relevantes son:
Compliance penal: Busca prevenir la comisión de delitos dentro de la empresa, como:
Corrupción: Soborno, tráfico de influencias, etc.
Blanqueo de capitales: Financiación del terrorismo, fraude fiscal, etc.
Delitos contra la propiedad intelectual: Piratería, falsificación, etc.
Compliance anticorrupción: Se enfoca en la prevención de la corrupción en todas las áreas de la empresa, incluyendo:
Soborno: Ofrecer o recibir dádivas a cambio de un beneficio indebido.
Tráfico de influencias: Utilizar la influencia para obtener un beneficio personal o para la empresa.
Extorsión: Obtener un beneficio a través de la amenaza o la violencia.
Compliance financiero: Garantiza el cumplimiento de las normas financieras y bancarias, incluyendo:
Prevención del blanqueo de capitales: Leyes y regulaciones KYC (Know Your Customer).
Mercado de valores: Manipulación del mercado, información privilegiada, etc.
Prevención del fraude: Fraude financiero, estafas, etc.
Compliance medioambiental: Se centra en el cumplimiento de las normas medioambientales, incluyendo:
Protección del medio ambiente: Emisiones contaminantes, gestión de residuos, etc.
Cambio climático: Reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, etc.
Eficiencia energética: Uso eficiente de la energía, etc.
Compliance laboral: Garantiza el cumplimiento de las normas laborales, incluyendo:
Derechos de los trabajadores: Salario mínimo, jornada laboral, seguridad social, etc.
Prevención de riesgos laborales: Seguridad en el trabajo, salud laboral, etc.
Igualdad y no discriminación: Igualdad de oportunidades, no discriminación por género, raza, religión, etc.
Compliance de Protección de Datos: Se enfoca en el cumplimiento de las normas tecnológicas, incluyendo:
Protección de datos: Privacidad, seguridad de la información, etc.
Ciberseguridad: Protección contra ataques informáticos, malware, etc.
Propiedad intelectual: Patentes, marcas, derechos de autor, etc.
Compliance ético: Promueve una cultura de ética y responsabilidad en la empresa, incluyendo:
Código de ética: Principios y valores que rigen la conducta de la empresa y sus empleados.
Canal de denuncias: Permite a los empleados reportar comportamientos antiéticos de forma anónima.
Responsabilidad social: Compromiso con la comunidad, el medio ambiente y los derechos humanos.
La elección de los tipos de compliance que debe implementar una empresa dependerá de su sector de actividad, tamaño, riesgos específicos y cultura organizacional. Es importante contar con el asesoramiento de expertos en compliance para desarrollar e implementar un programa adecuado a las necesidades de cada empresa.
Las nuevas leyes y sus modificaciones hacen del cumplimiento normativo una tarea cada vez más compleja y exigente y todo un desafío para las empresas, especialmente para pymes, que en muchas ocasiones carecen de los medios y recursos para poder asegurar que cumplen con cada una de sus obligaciones. Es aquí donde los servicios de compliance para empresas cobran especial relevancia. Cuando una empresa decide externalizar los servicios de compliance, para asegurar el cumplimiento de todas aquellas leyes que les afectan, seguimos una serie de pasos para la implantación del Programa de Cumplimiento Normativo:
Evaluación de riesgos: Identificamos los riesgos legales específicos de su empresa y le ayudamos a desarrollar estrategias para mitigarlos.
Elaboración del plan de compliance: Creamos planes personalizados que se ajustan a las necesidades de su empresa y a la normativa vigente.
Formación en compliance: Capacitamos a su personal en materia de compliance para que puedan identificar y prevenir riesgos.
Asesoramiento legal: Le asesoramos en materia de compliance y le ayudamos a resolver cualquier duda o problema legal que pueda surgir.
Un canal de denuncias es un sistema que permite a empleados, proveedores, clientes y otras personas relacionadas con una organización, comunicar de forma confidencial y segura cualquier comportamiento irregular o ilegal que observen.
¿Para qué sirve un canal de denuncias? Su objetivo principal es prevenir y detectar posibles delitos, fraudes, corrupción, acoso laboral o cualquier otra práctica que vulnere el código ético o las normas internas de la organización. También protege a los denunciantes de posibles represarias.
La mayoría de compañías están obligadas a contar con un canal de denuncias, por lo que es importante contar con un compliance officer externo que pueda implantar y supervisar su cumplimiento.
